Maní, cuyo nombre en lengua maya significa “Lugar donde todo pasó”, es uno de los Pueblos Mágicos más emblemáticos de Yucatán y un destino donde la cultura maya sigue siendo parte esencial de la vida cotidiana. Durante la época prehispánica, Maní fue una de las tres capitales más importantes de la región, lo que le otorga un profundo valor histórico y cultural.
¿Qué hace a Maní, el Pueblo Mágico de Yucatán tan especial?
- Tradiciones vivas: En Maní, las costumbres y el idioma maya no son solo atractivos turísticos, sino parte intrínseca de la vida diaria. Las técnicas artesanales y la gastronomía tradicional se transmiten de generación en generación, y es común escuchar el maya en las calles.
- Patrimonio histórico: El principal atractivo es el Convento de San Miguel Arcángel, una imponente construcción franciscana del siglo XVI erigida sobre vestigios mayas. Este lugar fue escenario del Auto de Fe de Maní, un evento crucial en la historia de la evangelización y la cultura de la región.
- Autenticidad: A diferencia de otros destinos, en Maní la cultura maya se vive y se respira en cada rincón, desde la arquitectura hasta las festividades y la vida comunitaria.
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¿Qué actividades hay en Maní, el Pueblo Mágico?
- Visitar el Convento de San Miguel Arcángel y conocer su historia.
- Recorrer las calles para admirar la arquitectura tradicional y escuchar el idioma maya.
- Disfrutar de la gastronomía local, famosa por platillos como el poc chuc.
- Comprar artesanías hechas a mano por los habitantes del pueblo.
Finalmente, Maní, uno de los pueblos mágicos de Yucatán, es un destino ideal para quienes buscan una experiencia auténtica, donde la herencia maya sigue viva y se comparte con orgullo en cada aspecto de la vida diaria.